Una mañana poco después de la iniciación, estaba meditando y estaba por entrar en samadhi. (Aunque mi cuerpo físico estaba perdiendo sensación gradualmente, mi alma estaba aún en absoluta conciencia). Pude sentir una cálida corriente moviéndose lentamente a través de mi cuerpo y extremidades. Sintiendo calor y agitado por todos lados, estaba ansiosamente tratando de liberarme de todas las restricciones y volar alto. De repente, “¡zumbido!” Mi alma salió de mi ojo de sabiduría, y se elevó hacia el ilimitado cielo nocturno a una velocidad increíble supramundana. Hubo una pausa inmóvil, seguida de otra subida rápida. Entonces, hubo otra pausa, un tercer ascenso, terminando en perfecta quietud.
Sin prisa, miré hacia el centellante cielo estrellado. Pude escuchar el silbido del viento y el rugido del trueno. Estos impresionantes Sonidos Celestiales rodaron sobre mí como montañas que se derrumban y violentas olas del océano, como si miles de caballerías estuvieran cargando. Una cosa era muy extraña. Solo en este espectacular cosmos infinito, mi insignificante cuerpo espiritual no se sentía solo o asustado. Por el contrario, me sentí animado, renovado, relajado y libre. Estaba en absoluta bendición. Mientras tanto, no me olvidé de recitar los Cinco Nombres (Sagrados). En perfecta conciencia, pude sentir que la querida Maestra estaba siempre a mi lado. Estaba envuelto por el ilimitado amor que la Maestra me otorgó.
Varios días después, tuve otra increíble experiencia en mi meditación, fuegos artificiales espectaculares, dorados y brillantes estallando continuamente. En el centro del brillo extremo, claramente percibí la magnífica forma manifestada del Buda Tathagata Shakyamuni. También puede escuchar la fabulosa música supramundana.
Luego de la meditación, el sonido familiar de la Maestra cantando los himnos budistas reverberó en mi habitación. Tan sorprendido y encantado, inmediatamente continué meditando y escuchaba con mi ojo de sabiduría. Luego de varios minutos, sigilosamente abrí mis ojos y escuché con mis oídos humanos. La maravillosa voz de la Maestra aún estaba cantando tan perceptible y fascinante. Abrí y cerré mis ojos varias veces. Transcurrieron más de diez minutos antes de que la voz de la Maestra finalmente se desvaneciera. ¡Estoy agradecido con la bendición extra de la Maestra hacia mí”
Poco tiempo después, la misericordiosa Maestra me dejó tener otro “ascenso al Cielo”. Estaba arriba en el cielo en la brillante y colorida tierra de Buda que vi la última vez. En una mansión gloriosa, sorprendentemente colorida y extremadamente hermosa rodeada por auras, vi a la más misericordiosa, gran salvadora - la Bodhisattva Quan Yin (Avalokitesvara), usando un vestido blanco y sombrero blanco, a quien he adorado y anhelado ver durante décadas. Durante los últimos años más precarios y miserables, toda nuestra familia, ancianos y jóvenes, han logrado pasar a través de todas las dificultades, gracias a la constante protección y bendiciones de la Bodhisattva Quan Yin.
Ahora, me doy cuenta que la Bodhisattva Quan Yin es mi querida Maestra Ching Hai. Escribiendo esto, un torrente de lágrimas empaña mi visión. Lágrimas dichosas de agradecimiento siguen bajando a mis mejillas. Simplemente no puedo expresar mi amor infinito y agradecimiento hacia Usted, ¡mi encantadora querida Maestra!
Efecto secundario de ser Vegano: Tu nombre no puede ser privado en el Cielo.
Cada uno de los discípulos de la Maestra tiene experiencias espirituales internas similares, diferentes o más y/ o bendiciones del mundo exterior; estos son solo unos ejemplos. Usualmente los mantenemos para nosotros mismos, por consejo de la Maestra.
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