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La causa más importante, revelada por Dios, para caer en el infierno, parte 6 de 11

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Ahora, hablábamos de arrogancia. La gente cree que va a la iglesia o son sacerdotes y tienen muchos seguidores y son respetados por la sociedad, y debido a sus actos exteriores parece que están siguiendo a Dios y que respetan a Dios y hacen la Voluntad de Dios, pero no la hacen. Solo usan su posición o sus actividades externas en el terreno religioso para presumir o sentirse orgullosos, para sentir que son santos, que son fieles, que son buenos. Estas son las personas que serán atrapadas por maya, porque ellos te conocen. Pueden leer tu mente como tú puedes ver la palma de tu mano y ellos te arrastrarán hacia abajo. Así que solo tienes dos opciones: unirte a ellos para ser un demonio malvado, un sirviente de maya, o ir al infierno.

Y el infierno, ni siquiera querrías deletrear esa palabra porque es la cosa más horrible más allá de tu imaginación. Lee las experiencias cercanas a la muerte de las personas que fueron al infierno por el karma y, mediante alguna intervención santa, volvieron a la vida y nos lo contaron. O alguna persona especial, elegida, ha sido llevada al infierno por el Señor Jesús o un gran Santo para ver la escena horrible que hay allí y volver al mundo y contárselo al mundo.

Excerpt from “‘I Went To Hell For 23 Minutes...’ One Man’s Shocking Experience” from Reverend Pastor Vlad Savchuk’s YouTube channel - Oct. 20, 2023, Vlad Savchuk: ¿Puedes describir esa experiencia inicial, llevarnos a ese día, esa noche cuando tuviste esa experiencia cuando el Señor te dio esa visión?

Bill Wiese: Bien, fuimos a una reunión de oración a la que asistíamos todos los domingos por la noche. Volví a casa de esta reunión de oración y me fui a la cama. Y me levanté a las 3:00 de la mañana para beber un vaso de agua. Y de repente mientras caminaba por la sala de estar, algo me agarró y me sacó de mi cuerpo. Vi mi cuerpo caer al suelo y comencé a desplomarme en este largo túnel y se iba poniendo cada vez más caliente. Y entonces aterricé en un suelo de piedra real en la celda de una prisión en el infierno. Paredes de piedra de cantería rugosa, barrotes. Una prisión asquerosa, apestosa y sucia. Como un calabozo. Muchos versos hablan sobre las celdas de prisión en el infierno. Ahora, Vlad, yo estaba totalmente despierto y consciente. Estaba como estoy aquí ahora y me preguntaba, ¿cómo llegué hasta aquí? ¿Por qué? Y no se me explicó hasta el camino de vuelta, pero, lo primero que noté era el intenso calor. Era como unos altos hornos. Y me preguntaba: ¿cómo podría estar vivo con este calor insoportable?

Quería subir y huir de esta celda de prisión. Pero me di cuenta de que no tenía fuerza física en absoluto. Pensé: ¿qué le pasa a mi cuerpo? Por tanto, si alguna vez te has sentido débil por la gripe, bien, es unas mil veces peor que eso. Cualquier movimiento lleva un esfuerzo tremendo. Pero en Hechos 17:28 “En Él vivimos, y nos movemos, y somos”. Cada movimiento viene de Dios. No es automático. (Guao.)

Bien, miré hacia arriba. Vi a estos dos demonios en la celda. Con un aspecto como de reptil. Bultos y escamas por todo el cuerpo de uno. Mandíbula enorme, ojos hundidos, garras de unos 30 centímetros de largo. Y estos dos en particular eran de unos 12 o 13 pies [3,6 o 4 metros] de altura. No es una exageración. Y ellos se paseaban por la celda como un animal feroz enjaulado. Tenían el comportamiento más feroz sobre ellos y estaban blasfemando y maldiciendo a Dios. Sabemos que las blasfemias vienen del reino de los demonios. Pero luego dirigieron este odio que tenían por Dios hacia mí. Me pregunto por qué, ¿qué les he hecho yo? Pero uno de los demonios me levantó y me lanzó contra la pared, de esta celda. Los demonios tienen una fuerza tremenda. Me derrumbé, sentí como si cada hueso de mi cuerpo se hubiera roto.

Y, sin embargo, tengo que explicar una cosa, El Señor explicó que él bloqueó la mayor parte del dolor. Él no me permitió sentirlo todo. Solo una pequeña cantidad, para que pudiera relatarlo a la gente. No es metafórico. No es un estado mental. Es verdadero, el dolor literal que vas a sentir en el infierno. De todos modos, este otro demonio en la celda me recogió, clavó sus garras en mi pecho, desgarró la carne. De nuevo, pensé: ¿cómo podría estar vivo pasando por esto? Debería estar muerto. Pero me di cuenta de que tenía un cuerpo. Mateo 10:28 dice: “Temed a Aquél que puede destruir alma y cuerpo en el infierno”. Por tanto, tienes un cuerpo. Pero resiste estos tormentos. No había sangre ni agua que saliera de las heridas. Todo estaba seco. (Vaya). No hay ni una gota de agua en el infierno. Y estos demonios no tienen ninguna piedad por ti en absoluto. Tienen por ti un odio extremo. Así que no obtienes el beneficio de la misericordia.

A esta hora, Vlad, se oscureció. Ahora, creía que era la Presencia de Dios allí para iluminarlo para que yo pudiera ver. Pero entonces Él retiró Su atributo de Luz. Y volvió a su estado normal. Una oscuridad negra muy intensa. No es solo malvada y perversa. Simplemente parece penetrar a través de cada célula de tu cuerpo. Entonces me sacaron de esta celda de prisión. Me pusieron al lado de este gran foso de fuego rugiente. Este foso estaba a una milla [1,6 kilómetros] al otro lado. Solo entendí eso, como un enorme agujero en el suelo con llamas ardiendo en lo alto de esta caverna abierta. Sentí el calor. Vi el fuego. Aquí es donde pude ver a gente por primera vez. Pude ver a través de las llamas y vi los contornos. Parecían esqueletos de personas y estaban gritando en la parte superior de sus pulmones, quemándose. Y no se podía distinguir a un hombre de una mujer, porque los gritos eran muy fuertes. Pero Isaías 57:21 dice: “No hay paz, dice mi Dios, para los malvados”.

No hay paz de ningún tipo en el infierno. La mayoría de nosotros nunca hemos visto a una persona en llamas. Quiero decir, es horrendo ver eso. Y los gritos y demás y los demonios estaban empujando a la gente hacia adentro, y ellos no tenían fuerza en absoluto para luchar contra ellos. No hay un nivel cómodo tolerable en el infierno. El nivel de calor es mucho peor de lo que tu mente pueda concebir. Nunca puedes irte a dormir. Y no tienen descanso ni de día ni de noche. Bien, eso significa principalmente ningún descanso del tormento, pero tampoco ningún tipo de descanso.

Estaba de pie bajo este túnel que estaba ascendiendo hacía arriba y había demonios a lo largo de las paredes laterales, las paredes de las cavernas, algunos solo tenían dos y tres pies [60 y 90 centímetros] de altura, algunos 12 y 13 pies [3,6 y 4 metros] de altura, retorcidos, deformados y grotescos. Había serpientes y yo estuve de pie en una cama de gusanos. Nunca supe esto, pero cuando un animal muerto está siendo comido por gusanos después que consumen la carne, los gusanos mueren. Bueno, es por eso que Jesús dijo dónde hay gusanos no mueres – Él usa la palabra gusano – porque la carne nunca es totalmente consumida en el infierno. Quiero decir: ¿es eso lo bastante repugnante? Tienes hambre. Nunca consigues comer. Tienes el sentimiento de hambre, de sed. Por lo que es inimaginable la sed que tienes que soportar. Y, tienes que soportar esto, viendo a la gente ardiendo y a los demonios atacándote y así sucesivamente. Quiero decir, está más allá de cualquier tipo de descripción que pueda dar.

Vlad Savchuk: ¿Eras consciente de que ibas a regresar y que estabas en un tipo de visión, o el Señor te dejó sentir la desesperanza de esta experiencia?

Bill Wiese: El Señor bloqueó de mi mente que era cristiano. Fui cristiano durante 28 años en ese momento. Pero Dios lo ocultó de mi mente que era cristiano, porque si yo estaba allí como cristiano, que lo era, pero no lo sabía, habría sabido alabar a Dios, Él me va a sacar de aquí. Habría sabido eso. Pero Él quería que yo experimentara lo que sienten – la desesperanza. Isaías 38:18 dice: “Los que descienden a la fosa no pueden esperar Tu verdad”. Y sabemos que Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. No tienen esperanza en Él porque es demasiado tarde. Y eso es en realidad la peor parte del infierno, porque tu mente, puede comprender la eternidad allí. Aquí pensamos del tiempo como un principio y un fin. Pero en el infierno, entendí que nunca terminaría. Nunca escaparé de este lugar.

Excerpt from “I WAS AT THE GATES OF HELL & JESUS SAVED ME!” by Lisa Sharkey - Dec. 19, 2021: Empecé a caer y caer y caer en la oscuridad mientras empezaba a hacer cada vez más calor. Y entonces, de repente, fue como si aterrizara, como en arenas movedizas. De repente, sentí que mis ojos empezaron a ajustarse como cuando estás tratando de despertar, excepto que la realidad se sentía más real de lo que nunca, nunca había sentido en mi vida. Así que lo primero que hice fue mirar hacia arriba. Y cuando miré hacia arriba, pensé que estaba mirando al cielo, pero era pura, pura oscuridad, negro puro. Literalmente, literalmente hería tus sentidos. Se sentía como dardos ardientes, como literalmente entrando en mis ojos, dardos ardientes golpeando todos mis sentidos. Todos mis poros, cada fibra de mi ser, como si literalmente doliera tanto sólo mirar en la oscuridad. Y yo estaba, cuando aterricé, empecé a mirar y me di cuenta de que estaba en un pozo, como una cueva. Y fue como, esta cueva era solo miedo. Ese miedo instantáneo era como ningún miedo que haya sentido antes. Era como si no hubiera presencia de Dios allí.

Toda mi vida, solía luchar con ansiedad y ataques de pánico. El peor ataque de pánico que he tenido en la Tierra, lo multiplicaría por mil millones. Y es constante. Es constante, es constante, constante. El miedo es constante. La desesperanza, la desesperanza, la sensación de, oh, Dios mío, ya saben, que nunca, nunca, nunca, nunca, nunca vas a salir. Estás atascada. Como si nunca fueras a salir. Cuando empecé a concentrarme en donde estaba y sentí que estaba como a dos campos de fútbol de distancia y todavía me sentía como una hormiga cuando miré hacia arriba y vi puertas negras, que parecía que habían estado en llamas. Así que eran como un carbón. Y eran tan, oh el mal, oh el mal. Es tan difícil hablar de ello. No te das cuenta de lo tortuoso que (es), quiero decir, simplemente… (es) una tortura. Y no tener la Presencia de Dios.

Incluso si no tienes a Dios en tu vida, incluso si ni siquiera crees en Dios, al menos lo tenemos en la Tierra. Entonces es tan diferente cuando estás allí. Incluso si ni siquiera crees en Dios, tu alma lo sabrá, tu alma sabrá que estás en el infierno. Y yo estaba en el infierno. Y encima del miedo, encima de la desesperanza, encima de sentirme sola, encima de sentirme atascada, mi mente de repente empecé a repetir mi vida... repitiendo cada pecado que he hecho. Lo revives constantemente. Y es tan fuerte. Revives los sentimientos, tus sentimientos.

Y el que más se me quedó grabado fue mi mamá. La llamo mi mamá. Ella es mi mamá. Y mi mamá es, ella es una guerrera de la oración. Y ella ha estado orando por mí todos estos años para que salga de este estilo de vida y alejarme de las drogas. Y cuando estaba en el infierno, podía oírla (decir): “Oh, Lisa, desearía que escucharas y volvieras a Jesús”. Y ahí fue cuando de repente dije: “Desearía haber escuchado”. Y de repente, mi cuerpo se incendió. Mi alma se incendió. Y cuando mi alma se incendió, estaba mucho más caliente, porque solía tener problemas como cortarme y quemarme, porque me odiaba. Conozco las quemaduras y esas cosas. Y no hay nada como tu alma estando en llamas. Duele tanto, como si simplemente, no... ni siquiera puedes explicarlo.

No hay forma de explicar la tortura. Como si pudiera oírme gritar en mi cabeza. Los pensamientos eran como si te pusieras unos auriculares o lo que fuera en los oídos y como que fueras a gritar tan fuerte como pudieras, es como mil millones de veces más fuerte que eso, lo que (son) tus pensamientos. Estas solo con tus pensamientos. Estás solo con tus pecados. Se repite una y otra vez encima del miedo, encima de la desesperanza, encima del fuego, más caliente de lo que nunca podrías haber imaginado. No le desearía el infierno a mi peor enemigo. Eso es lo que estoy tratando, esa es la razón por la que estoy tratando de decirle a este mundo, porque realmente hay un infierno y es tan horrible y no quiero que nadie vaya.

Si no crees en Dios, oh por favor pídele a Jesús en tu corazón que te salve. Si conoces a Dios, oh arrepiéntete ahora mismo. Pide perdón. Nunca sabes cuándo vas a morir. Nunca sabes cuándo Jesús va a venir. Nunca se sabe. Y fue entonces que se volvió cada vez más y más y más caliente y yo sentía como que mis dientes estaban rechinando. Estaban rechinando y podía sentir como que mis dientes se rompían una y otra vez y tu mandíbula se trabó y estás gritando en tu mente. No hay agua. No hay agua. Sientes como si tu boca estuviera seca o tu alma está seca, tu alma está tan seca. Si tan solo tuviera una gota de agua. Si tan sólo tuviera una gota de agua en la lengua, sentiría algún tipo de alivio.

Los gritos continuaron. Sólo hay llanto constante, miseria constante. Piensas en el tiempo, lloras como el peor dolor que hayas sentido en tu corazón, como dolor emocional, lloras y te agitas – mil millones de veces peor. Cuando digo mil millones de veces peor, realmente quiero decir que es mil millones de veces peor que cualquier cosa negativa. Cada cosa negativa que hayas sentido en toda tu vida, la sentirás en el infierno y la sentirás mil millones de veces y la sentirás por siempre, siempre, siempre, siempre.

Mientras gritaba y mientras crujían mis dientes, deseaba, el miedo, la desesperanza, todo, de repente, estaba como, “Jesús, Jesús, Jesús, ayúdame, Jesús. Jesús, sálvame”. Mientras clamaba a Jesús, inmediatamente fui arrancada de esas llamas y de repente, estaba en una ambulancia. Tengo que decirles, la razón por la cual estoy hablando de mi testimonio es porque soy un testimonio vivo, caminando, respirando de la asombrosa Gracia de Dios.

Y si eres mi discípulo de Dios, entonces tienes que hacer lo que yo te dije o lo que las escrituras religiosas te dijeron. Puedes leerlas y verificarlo. Y si entras, profesas que eres mi discípulo solo para usar eso, tu posición y tu poco conocimiento que me has robado, para ir y engañar a la gente, y alimentar tus ambiciones, tu ego, entonces el maya te hará su instrumento efectivo. Y entonces serás su subordinado y harás cualquier cosa que él te diga o lo que sea. Por eso; es como Ruma o Trần Tâm, o cualesquiera que sean sus nombres, lo está haciendo.

Photo Caption: Algunos Seres Nobles llevan la Corona

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