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Cariño. Trata de recordar siempre. Solamente recuerda lo que puedas, la conexión con el Yo divino. Con la Divinidad más grande de todas las divinidades. Siempre intenta recordar. Cuando comas, agradece a Dios. Cuando bebas, agradece a Dios. Incluso cuando vayas al inodoro, agradece a los árboles por el papel higiénico. No, lo siento, cortamos miles de millones de árboles cada año sólo para tirarlo en el inodoro, y demás. No todo es reciclado. Son árboles nuevos todo el tiempo. Y lo utilizamos sin agradecimiento hacia los árboles, sin sentir pena por los árboles, sin dar gracias al bosque, nada. Así que, todo lo que hacemos aquí, todo lo que tenemos aquí, debe ser un recordatorio para ser agradecidos hacia todo el universo, por toda la comodidad, por toda la creación que nos bendice, nos ayuda, se sacrifica por nosotros cada día. Incluso con cualquier cosa que hacemos, nunca hacemos suficiente para retribuir todo esto. Entonces sólo oren para que practiquen bastante para que puedan compartir algunos de los méritos espirituales con la creación alrededor suyo; la tierra en la que caminan, el aire que respiran, el cielo que abre los brazos todos los días para ustedes, les da todos los bellos colores para confortar sus ojos y para que sientan que tienen espacio, que no están sofocados en una pequeña área en alguna parte sino que tienen todo el cielo, y todos los árboles que les dan oxígeno y les dan su sombra y dan sus frutos, y todos los vegetales que dan sus vidas por la suya. Todo lo que necesitamos o tenemos o utilizamos nos está recordando la conexión con todas las cosas y con la Divinidad. Así que agradezcamos a Dios, agradezcamos a todos los dioses y diosas y a Dios Todopoderoso por todo lo que tenemos. Y nos disculpamos con todos los seres por el daño que hemos hecho o les estamos haciendo accidentalmente o a veces intencionalmente por nuestras necesidades, por nuestra comodidad. Muchos seres sufren, se sacrifican por nosotros. Así que usen cada oportunidad para recordar que estamos conectados con todo, que estamos en deuda con la divinidad en todos los seres y démosles las gracias. Nunca olviden. Nunca olviden cuando coman, cuando beban, cuando vayan al baño, incluso cuando usen el jabón. Eso vino de algún árbol en algún lugar, de algún olivo, tal vez del aceite de coco. Incluso el mar que produce algas que hace el jabón, la sal del mar o de las minas, todo lo que es producido para nuestra comodidad. Y por lo tanto, cada vez que lo usamos, debemos siempre recordar a Dios. Agradezcamos a todos los seres y agradezcamos a Dios. Al menos, agradezcamos a Dios. Incluso si tenemos dinero para comprar, si sentimos que lo merecemos, incluso si estas cosas son sólo cosas diarias y que ni siquiera pensamos más en ellas, pero debemos usarlo como recordatorio, para estar conectados. ¿De acuerdo? (Sí.) Eso también es práctica. Yo también lo hago. Ese es un consejo que les doy. Nunca olviden. Cuando respiramos, también estamos dañando a muchos seres invisibles. Así que todos los días, si no pueden agradecer todo el tiempo, en la mañana, den las gracias por el nuevo día que llega y por la protección que ven o que no ven. Por la noche, agradezcan por todo el buen día que han pasado y por todas las cosas que tienen que hacen de su vida un Cielo en la tierra. Incluso si a veces aquí es incómodo, pero aún así, todo es para nosotros, para darnos comodidad y hacer que nuestras vidas sean muy hermosas aquí. Somos un grupo de gente muy afortunado. Tener dinero no es necesariamente un buen presagio. Somos afortunados porque tenemos lo suficiente para vivir y tenemos el poder espiritual para apoyarnos. En tiempos de problemas, en tiempos de desesperación, mucha gente no tiene, no tienen una fracción de lo que nosotros tenemos. Así que siempre tenemos que acordarnos de agradecer. Cuando estamos agradeciendo a la Divinidad, también estamos conectados con lo Divino, no sólo cuando estamos meditando. Y tenemos que agradecer al dios del agua, al de la lluvia. Agradezcamos a todos los dioses. No puedo agradecerle a todos ellos, pero cada vez que me acuerdo, si uso el agua, agradezco al dios del agua. Si uso los vegetales, agradezco a todos los vegetales que se sacrificaron por mí, y agradezco al hada, al dios que se ocupa de ellos para que crezcan bien, deliciosamente. Agradezco al árbol que me da fruta, aunque no vea a ese árbol. Pero a través de la fruta, agradezco al árbol que me dio tan hermosa, deliciosa fruta. Y bendigo al árbol. Y comparto algunos puntos de mérito espiritual para su evolución. Si accidentalmente he hecho daño a una hormiga o algo, comparto mis puntos espirituales con ellos. Con cualquier ser, comparto siempre. Y así es como estamos siempre en contacto con toda la creación. Y a través de todas las creaciones, agradecemos a los dioses y a las diosas y al Todopoderoso por crearlos, por ayudarnos. Eso también es meditación. Recordar siempre a Dios. Y a través de las creaciones, recordamos a quien las crea, y a quien los bendice, y a quien crea a los creadores. Así que les agradecemos. Cada día les doy las gracias. Escribo en mi diario siempre. Cada día, agradezco muchas veces. Cuando escribo mis puntos de mérito espiritual o lo que haya hecho bien hoy, o lo que he encontrado, alguna nueva divinidad espiritual o algo o algún nivel de conexión divina, más profundo, siempre. Todos los días, agradezco. Escribo: "Gracias infinitas, a todos los que me ayudan". Incluso yo, como Maestra en este planeta, todavía necesito ayuda. Así que agradezco a todos. Doy las gracias a quien cocina para mí. Agradezco a las plantas de arroz. Agradezco al agua. Agradezco a la tierra. Y agradezco a todos los guardianes del Cielo y a los ángeles que me protegen todo el día, todo lo que pueden, y a todos los dioses y diosas que aparecen en mi vida en forma física o en forma invisible que me ayudan de muchas formas. Incluso un rey, necesita ayuda. ¿Ven lo que quiero decir? Un rey, él gobierna toda la nación, pero necesita de su ejército para proteger su palacio. Necesita del cocinero para que le cocine. Él necesita de alguien que le prepare sus ropas. Todos necesitamos de alguien o algo. Así que mantengamos siempre este espíritu de gratitud dentro de nuestro corazón. Estemos siempre agradecidos. Siempre que damos gracias, siempre recordamos a Dios, porque es Dios quien los creó.