La historia de Mahākāśyapa (vegano) , parte 5 de 10

Por tanto, todo lo que hagáis por los demás, tened en cuenta, que cargaréis con el karma. No es posible que ayudéis a alguien y quedéis libre del karma. No es así. De algún modo, tendrás que cargar con algo.

Hay una historia en India. Un hombre aprendió de un Maestro que él no debería dar cosas a los pobres o a la gente mala porque se volvería pobre, o él mismo iría al infierno por aquellos pecados que cometió la gente a la que ayuda. Oh, esa persona saltó arriba y abajo, y dijo, “Oh, es tan bueno, tan bueno, tan bueno. Oh, todo el mundo puede ser feliz y libre y tener lo que necesiten; solo yo puedo ir al infierno. Es un buen trato, un buen negocio”. Por lo tanto, depende de quién lo escucha y qué es lo que quiere hacer para quién en este mundo.

Por eso a los Maestros, a Ellos no les importa. Saben que Su trabajo es difícil y saben que Su sufrimiento será grande, constante, implacable, todos los días, en situaciones diferentes o incluso a veces en el infierno; o a veces en un nivel inferior, como el Nivel Astral, o ser castigado ¡aquí en la Tierra! Pero Ellos solo lo hacen porque Ellos no pueden no hacer eso.

Hay una historia de un Maestro y un discípulo que estaban en una barca para cruzar el río. Pero el Maestro vio a una persona-escorpión luchando en el agua, así que Él extendió Su mano para coger a la persona-escorpión e intentó ponerla en la barca para que la persona-escorpión no se ahogara. Y entonces la persona-escorpión Le picó, y entonces saltó de vuelta al río, se arrastró de vuelta al río de alguna manera y luchó de nuevo. Y el Maestro extendió la otra mano para levantarlo. Y entonces sucedió lo mismo: Él fue picado y la persona-escorpión trató de arrastrase para escapar. Pero cuando él se arrastraba por el barco cayó de nuevo al río. Así que, el Maestro extendió Su mano, para recoger de nuevo a la persona-escorpión.

Y el discípulo Le detuvo, sostuvo Su mano y dijo, “¿Va a picarle de nuevo la persona-escorpión?” El Maestro dijo, “Sí, lo hará”. Entonces, el discípulo Le preguntó, “¿Por qué Lo mordería otra vez?” Y el Maestro dijo, “Es su naturaleza hacer eso”. El discípulo entonces preguntó al Maestro, “¿Entonces por qué sigue Usted tratando de ayudarlo? Le lastimará; Le volverá a picar de nuevo”. Así que el Maestro dijo, “Porque es mi naturaleza hacer eso. Por tanto, si la persona-escorpión no puede parar, no puede controlar su propia, naturaleza, yo tampoco, puedo controlar mi propia naturaleza. Yo no puedo ser peor que la persona-escorpión. La persona-escorpión hace lo que tiene que hacer; yo hago lo que tengo que hacer”.

Esto es muy gracioso, pero es muy triste. Es por eso que muchos Maestros sufren. Desde tiempos inmemoriales, Nunca han tenido una vida buena. El Sr. Jesús murió brutalmente en la cruz, y Sus Apóstoles, los doce Apóstoles más cercanos, también murieron brutalmente. Dios mío, no sé cómo los humanos pueden hacer tales cosas. Tal vez no eran humanos; estaban poseídos por los demonios o ellos mismos son demonios reencarnados. Es muy posible. Al igual que un Santo puede estar reencarnado en la Tierra, los demonios también pueden estar encarnados en la Tierra. En la Región Inferior del Universo, es así. Y estamos en deuda con todos los Maestros, desde tiempos inmemoriales, Quienes nos han estado rescatando una y otra vez una y otra vez.

Ahora volvemos a Mahākāśyapa Después de Su matrimonio, la mujer estaba ansiosa por quizás huir o algo para encontrar a un Maestro, para practicar, ser liberada, o ser iluminada. Pero Mahākāśyapa Le dijo: “Solo espera un poco más. No podemos simplemente dejar a nuestros padres así”. Él era muy filial también y un buen hijo. Así que, después de algunos años, los padres fallecieron. Y luego el hijo, Mahākāśyapa, vendió todas las propiedades y las compartió con los sirvientes que habían estado trabajando en Su casa y en la de Sus padres desde que era joven y también se lo dio a la gente pobre en el vecindario, y solo dejaron un poco para ellos mismos, suficiente para sobrevivir. Y entonces Mahākāśyapa le dijo a Su mujer: “El camino es largo y tosco afuera, así que Tú quédate aquí. Espérame. Si encuentro a un Maestro, volveré por Ti.”

Así que Mahākāśyapa continuó, yendo a todos lados y encontró a muchos supuestos Maestros, pero no sentía que eran suficientemente dignos para Él. Y luego un día Él conoció al Buda Shakyamuni y solo después de una conversación, Él sabía que era el Elegido. Estaba tan ansioso por ser Su discípulo. Se arrodilló en el suelo y le suplicó por ello. Y así Él se convirtió en el discípulo del Buda, un monje. Y luego Él estaba tan feliz, estudió con Él, salía a mendigar y luego estudiaba y meditaba. Todo estaba tan bien y pacífico; era justo como Él quería. Y se convirtió en un Arahant en muy poco tiempo.

Pero porque antes de eso Él había estado saliendo, mendigando y comiendo solo una vez al día ya, así que cuando siguió al Buda, siguió haciendo lo mismo. Y Buda Lo elogió. Y Mahākāśyapa, cuando ya era muy viejo, el Buda Le aconsejó, Le dijo que debería comer mejor comida con ellos, con los monjes de la Sangha, para que Él pudiese tener mejor salud, un cuerpo mejor. Pero Mahākāśyapa dijo que no, que no podía. Estaba tan acostumbrado a comer solo una comida al día, acostumbrado a este tipo de disciplina, 13 normas de disciplina. Por tanto, Él no podía cambiar. Así que el Buda le dijo: “Vale, está bien, está bien. Puedes seguir de esta manera, mientras estés bien.” Y Mahākāśyapa estaba bien y sigue estando bien.

Y estoy muy en deuda con Él. Quiero decírselo de nuevo que atesoro muchísimo el regalo de la śarīra del Buda, muchísimo. No encuentro palabras para expresar cuánto lo aprecio. Y Mahākāśyapa también me envió un cuenco, como un cuenco de limosnas, un cuenco para mendigar y algunos trozos pequeños de tela amarilla.

"Mahākāśyapa sigue sentado en samadhi en la Montaña de Garra de Gallo esperando que aparezca Buda Maitreya en el mundo. En ese momento Él le dará a Maitreya el cuenco que los Cuatro Reyes Celestiales dieron al Buda Shakyamuni y que el Buda Shakyamuni le dio a Él, y Su trabajo en este mundo habrá terminado". ~ Comentario del Venerado Maestro Hsuan Hua (vegetariano) del Sutra de la Asamblea de los Arhats (El Sutra de Amitabha)

Quiero agradecer aquí a Mahākāśyapa por ser tan amable conmigo. Fuimos amigos en vidas anteriores y fuimos buenos el uno con el otro, compatibles. Gracias por las reliquias del Buda. Gracias por el cuenco, como el cuenco de limosnas, el cuenco para mendigar del monje. Y gracias por los trozos de la bella tela amarilla también. Pero supongo que no puedo usar ninguna de estas cosas que Tú has traído. Las reliquias son demasiado preciosas para usarlas para cualquier otra cosa. Y el cuenco, pienso que lo guardaré como recuerdo. Temo que si lo uso para comer, podría romperse por accidente, de alguna manera. Así que quiero guardarlo como un recuerdo y para venerarlo.

Y hoy en día, no puedes usar jiāshā, túnicas de monje, y luego salir por allí a mendigar con el cuenco. No. Es muy difícil vivir de ese modo actualmente, a menos que estés en algún país budista muy devoto - India, Sri Lanka, Âu Lạc (Vietnam), o Birmania, etc. Allá, comprenden el budismo y saben si quieres alimentos. Pero en nuestra época, Mahākāśyapa debe entenderlo, el Buda también entiende que es muy difícil salir a mendigar, especialmente para una mujer, y ya no soy tan joven así que solo como una vez al día en casa, y tengo que hacer muchos trabajos en casa (deberes), interna y externamente. Entonces si sigo saliendo y mendigando y regresando, no creo que sería conveniente para mí, ¡¡¡aunque me encantaría esa vida libre tanto, tanto, tanto!!!

Photo Caption: ¡Gracias Dios que nos concede belleza y poder para sanar!

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